Una vez mas Pepe haciendo de las suyas, gracias
Hoy en Colmenar de Oreja nos lo hemos pasado a lo grande: «toros»,
trial, trofeos, banquete y fútbol. No ha faltado de nada.
Empezamos a las 9 en la plaza del pueblo convertida en plaza de toros,
con el presi nervioso por estrenar los carros. Bueno, nervioso lo que
se dice nervioso, no le he visto nunca. Dejémoslo en impaciente. Allí
llegaron los carros arrastrados por Juan Carlos y por el firmante de
esta crónica. ¡Menudo trabajo de metalistero el realizado por Jesús
(padre de Pablo)! Muchas gracias. Un carro perfecto, aunque como a
alguien se le ocurra llenarlo, vamos a tener que arrastrarlo con un
camión ya que tiene capacidad infinita. Con los carros allí, manos a
la obra. Palet para arriba y palet para abajo. En una hora, todo
montado. Justo a tiempo para la suelta de vaquillas.
Paco, padre de Jorge, demostró sus artes taurinas. Silencio en el
primero, pañuelos en el segundo y dos orejas, vuelta al ruedo y salida
a hombros por la puerta grande en el tercero. Finalizado el festejo
taurino y tras el baile en la plaza y la correspondiente carrera
popular, llegó el momento de la exhibición de trial.
Para la ocasión, el presi hizo de locutor. Asomado al balcón del
ayuntamiento al más puro estilo Pepe Isbert en Bienvenido Mr. Marshall
y a 50 metros de distancia, confundía a Mario con Antonio (y creo que
a Markel con Vera), pero tampoco nos importó mucho. Sus explicaciones
al respetable, que ya estaba entregado tras los capotazos de Paco,
dejaron bien claro qué era el trialbici y cuán difícil es llegar al
nivel que ya tienen nuestros chavales.
Para los más pequeños, Vera, Isaac, José Luis y Alberto, eslalon,
equilibrios, palets a dos alturas y caballito final. Se metieron al
público en el bolsillo: oreja y vuelta al ruedo.
Los siguientes, Marco, Dani, Antonio, Mario, Iván, Paco, César y
Markel, más eslalon (aunque Markel lo cambió por un pisaconos), palets
algo más altos y el público concedió dos orejas y vuelta al ruedo.
A continuación los semiprofesionales de la escuela: Eduardo, Arturo,
Javivi y Sergio. Aquí palets de 5 alturas, contenedores, barra de
equilibrios y visita al carro de exhibiciones más bajito. Los chicos
hacían el recorrido a su libre elección. Perfecto. El público pidió de
nuevo las dos orejas con dos vueltas al ruedo y reservó el rabo para
lo que estaba por venir.
Cerraron la actuación nuestros profesionales, Jorge y Óscar: ruedas de
tractor, carros a 3 alturas, equilibrios con ambas ruedas. El público,
totalmente entregado, no paró de aplaudir la lección de maestría. Tuvo
su recompensa: dos orejas, rabo y salida por la puerta grande, que
recordemos ya había sido abierta por Paco.
Tras la lección de nuestros chicos, los trialeros del lugar tuvieron
la oportunidad de probar las bicicletas del club. Si antes de probar
las bicis les pareció difícil, tras probarlas no salían de su asombro.
Veremos si algún colmenareño se apunta a la escuela.
Todos los chicos se llevaron un precioso trofeo que fue entregado por
la reina y las damas de honor. Alguno de los mayores pidió sin éxito
cambiar el trofeo por otro beso de la reina. Eran tan guapas como
listas y saben que los nuestros son unos rompecorazones que tienen un
amor en cada puerto.
Cuando ya estábamos recogiendo, chaparrón espectacular, pero ya no
importaba. Nos fuimos al polideportivo a comer. Maricarmen dejó bien
claro a las señoritas que nos atendieron cuál era la mesa del presi.
El chorizo frito y el vino corrían por su mesa en contraste con la
ensaladita y el agua mineral de las otras. Pasó lo que tenía que pasar
y acabamos todos en la mesa que os podéis imaginar. Para remate, un
guiso de carne que nos hizo saltar las lágrimas. ¡Que rico! Mientras,
los chicos jugaron al fútbol y a algo parecido al rugby.
En resumen, un día perfecto y ya estamos todos deseando que llegue la
siguiente, que o mucho me equivoco, o será el 20 de mayo en el colegio
San José, pero esto ya se confirmará en unos días.
Saludos: Pepe (padre de José Luis)